¿Cómo se vive la lactancia materna los primeros 1.000 días de vida?
Amamantar es conectar de una forma sublime con el bebé que tanto esperabas. Tanto sí decides alimentarle con lactancia materna, o con fórmula, la conexión intrínseca a nivel genético y emocional se crea incluso antes de haber gestado. Por eso, es tan importante llevar una alimentación saludable y buenos hábitos de vida, mínimo tres meses antes de la concepción, bien sea naturalmente o por medio de reproducción asistida.
La primera etapa se compone de 270 días (9 meses):
En los que se recomienda que la madre tenga una buena alimentación, basada en sus propias necesidades, sensibilidades y alergias alimentarias. Además de suplementar con ácido folínico, omega 3 y vitaminas prenatales de calidad, que no contengan colorantes artificiales tipo amarillo número 5, 6, 40; azul número 1; azúcar; maltodextrina; entre otros.
La segunda etapa se compone desde el nacimiento del bebé hasta que cumple dos años.
Lo que corresponde a 730 días. Se trata de una segunda oportunidad para seguir llevando un estilo de vida saludable, que tendrá múltiples beneficios para el bebé en cuanto a salud física, cognitiva y emocional, incluso a futuro.
La idea es que se ajusten todas las piezas del rompecabezas para hacer que el bebé sea la mejor versión de sus padres. Esto consiste en un cuidado óptimo antes y durante en el embarazo, implementación de lactancia materna exclusiva ya que, a pesar de que la alimentación de la madre no afecta la calidad de la leche, sí afecta el estado de la salud intestinal, repercutiendo directamente en el bebé.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementaria hasta los dos años. Esta proporciona nutrientes necesarios y una protección inmunológica que se adecúa a las necesidades del bebé, ya que contiene anticuerpos y todo lo necesario para proteger y ayudar a batallar contra virus, infecciones, alergias, entre otros.
A los seis meses de vida, se debe iniciar la alimentación complementaria a la lactancia materna, siendo esta última la fuente principal a nivel nutricional, hasta los 12 meses. La introducción debe ser basada en alimentos reales, no procesados en gran medida, para garantizar una nutrición de calidad.
Durante estos primeros 1.000 días de vida, se forjará desde el temperamento hasta el posible desarrollo de enfermedades genéticas provenientes de ambos padres, pero que pudiesen frenarse al llevar un estilo de vida saludable a nivel general. Esto se llama epigenética y no es más la modificación de la expresión de nuestros genes y la posibilidad de cambiarlos dependiendo de nuestro estilo de vida. Allí la gran importancia de brindarles las mejores condiciones para su desarrollo.
Descubre 5 aspectos que quizás no sabías de la lactancia materna
- Todos los alimentos son compatibles con la lactancia y estos no afectan su calidad
- Lo que comes afecta ligeramente el sabor de la leche materna. Puede saber más o menos dulce, por ejemplo
- La microbiota o flora intestinal del bebé es igual a la de la madre hasta los dos años de vida
- Lo que comes no genera gases en el bebé, ni siquiera los granos o el coliflor
- Los alimentos no aumentan ni disminuyen la cantidad de la producción, esto se relaciona con la frecuencia de tomas de tu bebé. A mayor remoción de leche, más producción
Cuida de ti y de tu bebé con mayor conciencia durante sus primeros 1.000 días y la vida se lo recompensará.
Mira en nuestro blog nuestras otras publicaciones sobre cuidados antes y después del embarazo. Siempre aconsejamos que visites y consultes con tu médico todas tus dudas.