¿Son dolorosos los tratamientos de fertilidad?

Desde ANACER, la Asociación Nacional que agrupa a las principales clínicas de reproducción asistida privadas de España, queremos resolveros algunas dudas que suelen surgir entorno a la reproducción asistida, sus tratamientos…
Para resolver esta duda, contamos con la ayuda de una de nuestras clínicas de reproducción asistida, Centro Irema y su doctor Guillermo Terrado.
Cualquier tratamiento en medicina genera en los pacientes el temor a que sea doloroso. Y la Medicina Reproductiva no es la excepción.
Antes de abordar el tema debemos tener en claro 2 aspectos:
En Medicina Reproductiva, la Fertilización In Vitro (FIV) es el tratamiento más común y exitoso. Analizaremos entonces los distintos pasos que la constituyen para intentar describir el potencial grado de dolor que una paciente podrá sentir en cada una de ellas.
Para poder realizar una FIV necesitamos obtener ovocitos maduros. Para ello los ovarios deben estimularse con hormonas (Gonadotrofinas) que se aplican durante un período que oscila entre los 8 y 13 días, de acuerdo con la respuesta individual de cada paciente, y durante los cuales se realizarán de 2 a 4 ecografías de control.
La aplicación de la medicación suele ser inyectable en forma de subcutánea, por lo que las pacientes pueden autoadministrárselas. El “miedo a las agujas”, tan común desde que somos pequeños, suele disiparse en cuanto se dan cuenta de que el “disconfort” momentáneo no suele pasar de una leve molestia en el momento de la aplicación.
Sobre los últimos días de estimulación, y sobre todo en aquellas mujeres con una importante respuesta multifolicular, puede aparecer una sensación de distensión abdominal que irá disminuyendo con el correr de los días después de realizada la punción ovárica.
La captación de ovocitos se realiza a través de una punción folicular ovárica, bajo control ecográfico por vía transvaginal.
Este proceso tiene lugar en el quirófano y el anestesiólogo será el encargado de la sedación y analgesia de la paciente (con drogas que se administran por vía intravenosa) para que no sienta ningún dolor durante el mismo.
El procedimiento es ambulatorio, dura unos pocos minutos. La paciente suele recuperarse y retornar a sus tareas habituales a las 24 o 48 horas después de un reposo domiciliario.
Posterior a la punción suelen indicarse analgésicos como el Paracetamol o el Ibuprofeno que la paciente tomará en caso de ser necesario, ya que habitualmente los dolores son similares a los de una regla.
Llamamos “Transferencia” a la colocación de un embrión dentro de la cavidad uterina para su implantación. Una vez recuperados los ovocitos estos se fertilizan en el laboratorio, y luego de 3 a 5 días ya están en condiciones para su transferencia intrauterina.
Este proceso suele ser el menos molesto de todos los descritos. Consiste en colocar un espéculo para la visualización del cérvix uterino, similar a lo que se realiza para una toma de citología (Papanicolau), y con una cánula muy flexible bajo control ecográfico abdominal, se procede a la colocación del embrión dentro del útero.
En resumen: si bien algunos de los pasos que forman parte de una FIV podrían llegar a ser algo molestos (o levemente dolorosos), todos pueden ser manejados adecuadamente de manera simple y sin problemas, para que las pacientes sientan el menor discomfort posible en cada una de las etapas que lo componen.
Esperamos que esta información os haya aclarado algunas dudas. Si seguís con algunas de ellas, os invitamos a poneros en contacto con nosotros y os ayudaremos encantados. ANACER, es la mejor opción si buscas clínicas de reproducción asistida de calidad en España.