Si bien es cierto que es muy común escuchar acerca de los cuidados que debe seguir la mujer a la hora de ser madre. También hay que tener presente al hombre que será padre y la importancia que tiene el hecho de tomar conciencia, al introducir hábitos saludables en el momento de planificar la reproducción.
Se debe tener en cuenta que este es un proceso que involucra a ambas partes de una manera responsable; y es por esto que el hombre está cada día más interesado en mejorar sus hábitos para conseguir una fecundación exitosa.
Hábitos saludables a la hora de decidir ser padre
Es muy importante destacar que los cuidados deben empezar al menos dos o tres meses antes de la concepción, ya que éstos se verán reflejados en la forma, número y movilidad de los nuevos espermatozoides que se van a ir generando y aquí es donde entra en juego empezar con una alimentación sana y variada.
Alimentación
Independientemente del tratamiento de reproducción asistida a escoger, es indispensable cuidar la alimentación. Todos los nutrientes serán necesarios y se pueden obtener de los distintos alimentos que componen una dieta equilibrada, alimentos que componen macronutrientes y micronutrientes.
Es fundamental conocer de dónde se puede obtener cada tipo de nutriente, ya que, de esta forma, se pueden cambiar unos alimentos por otros, con características similares y se puede diversificar la dieta sin que la salud se resienta:
- Una dieta equilibrada en macronutrientes considera que el 55% proviene de los hidratos de carbono, el 30% de las grasas saludables y el 15% restante, de las proteínas.
- En cuanto a los micronutrientes, se encuentran las vitaminas que se dividen en dos grupos; las hidrosolubles que se absorben y eliminan fácilmente del organismo. Debido a una limitada capacidad de almacenamiento, como lo son la vitamina C, que ayuda a la producción de espermatozoides sanos y el ácido fólico, que también debe tomarse para evitar el riesgo de defectos congénitos en el futuro bebé.
- Las vitaminas liposolubles tienen funciones mucho más específicas y entre ellas se encuentran la vitamina A, que está dentro de las verduras con hojas verdes, huevos, cítricos, zanahoria y leche, que ayudan en la composición de la progesterona.
- La vitamina E, presente en frutos secos, semillas, aceite de oliva y aceites vegetales de maíz, apoyando en la motilidad de los espermatozoides y por último el zinc, siendo un mineral de suma importancia para aumentar la producción de testosterona, existente en carnes rojas, carnes de ave, mariscos y cereales fortificados.
Actividad física
Realizar una hora diaria de actividad física, forma parte de los hábitos saludables a la hora de decidir ser padre, que se deben seguir, puesto que la concentración de espermatozoides tendrá un porcentaje más alto y efectivo. Se recomienda una hidratación adecuada, la ingesta de agua, eliminando bebidas edulcoradas o cafeinadas, sustituyéndolas por antioxidantes como el té verde.
Dentro de los alimentos, no están considerados las plantas antes de su cosecha, medicamentos, tabaco y sus productos derivados, sustancias estupefacientes, psicotrópicas y el consumo de alcohol, ya que afectan directamente la calidad del esperma, resultando contraproducente en la fertilidad masculina.
Bienestar físico, mental y social
Se debe tener claro que la salud es un estado pleno de bienestar, físico, mental, social y no es solamente la ausencia de enfermedad. En este período, también van a intervenir aspectos psicológicos y la influencia del entorno que deberán ser tomados en cuenta para una mejor concepción.
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